Por Luis Lara, Senior Advisor de KPMG Fashion.
El sector de la Moda es clave en España por su peso en la economía, por su crecimiento y por ser gran generador de empleo. Esta industria, que incluye los mercados de confección, calzado y accesorios, tanto en su vertiente productiva como en la de comercialización, supone casi el 3% del PIB y en términos de exportaciones es la cuarta más exportadora, con un 8% del total y una progresión por encima de la media en los últimos años, a pesar de la crisis.
Estas cifras ponen de manifiesto la relevancia del sector de la Moda en la economía española. Sin embargo, el potencial es mucho mayor y pueden tomarse algunas iniciativas para lograr que en los próximos años la aportación al PIB y el empleo generado se dupliquen.
Por un lado, aquéllos que han basado el crecimiento sólo en la apertura de puntos de venta (propios, franquiciados, multimarca, etcétera), tendrán que pasar a centrarse en maximizar la venta por metro cuadrado o por unidad de venta.
Si se gestionan múltiples canales, se tendrá que lograr una verdadera omnicanalidad, pues el cliente espera una única experiencia de marca, comprando online o en la tienda y recogiendo el producto donde quiera y entregándolo, si hay problemas, en cualquier punto de venta.
Es necesario que el sector haga una apuesta fuerte por la innovación, la calidad y por hacer marca, elevando cada vez más el listón de exigencia dentro de cada empresa. Lo fácil durante estos años de crisis hubiera sido reducir el nivel de calidad y, con ello, bajar los precios, pero los ganadores han optado por continuar innovando y seguir creciendo.




